11 agosto 2010

Gilipollas

Seguro que este título atrae muchas miradas pero tranquilos, que no voy a despellejar a nadie. Simplemente quiero hablaros del origen de esta palabra.

Ya sé que últimamente estoy alcanzando grados importantes de aburrimiento pero no, no es esta la razón que me ha llevado a buscar en el pasado de este término. Lo cierto es que me llegó esta historia durante la Final del Mundial de Sudáfrica. Sí, la de hace ya unas semanas, la del gol de Iniesta y el besuco (aún tengo reminiscencias del fin de semana que pasé en Cantabria comprando quesucos, sobaucos y quesaducas jejeje) de Iker a la Carbonero.

El caso es que no sé a cuento de qué me dio mi tía una pequeña explicación del origen de esta palabra. Me ha picado la curiosidad de saber un poco más y esto es lo que he encontrado:

La RAE, aunque sí la recoge, no da al término una definición con tal. Dice que es un adjetivo vulgar y remite a la palabra “gilí”, que coloquialmente significa tonto, lelo. Este último término proviene del caló jili, inocente, cándido. El diccionario, por tanto, sólo nos hace referencia a la primera mitad del término.

Pero la segunda parte de la palabra también se puede analizar. Aunque todos pensemos de primeras en que se trata de la forma malsonante de llamar al miembro masculino (es la tercera acepción en el diccionario), polla tiene por definición, en primer lugar: “Gallina nueva, medianamente crecida, que no pone huevos o que hace poco tiempo que ha empezado a ponerlos”. También puede ser: “En algunos juegos de naipes, puesta (cantidad que pone el que pierde para disputarla en la mano siguiente)”. Y en cuarto lugar, el caso que nos interesa: “Mujer joven”.

Según Camilo José Cela, polla es sinónimo de pija y la “s” es una terminación vulgar que se añade por la forma de hablar, típicamente en Madrid pero que se ha extendido a toda España, y no con la intención que eliminar el singular.

Vamos, que gilipollas vendría de la unión de “tonto” + “mujer joven”.

El Premio Nobel también explica en su “Diccionario secreto” que “Gil es nombre que se aplica, con frecuencia, a los rústicos del teatro español primitivo”. Tiene un matiz cómico y en castellano este nombre es muy apropiado para los “zagales y pastores en la poesía”, según Sebastián de Covarrubias.

Termina diciendo el señor Cela que no piensa que el término gilipollas signifique “ser de polla tonta o tener tonta la polla, lo que podría presuponer impotencia, sino, en forma más inmediata, quiere decir tonto de la polla”. O, literalmente entendido, “tonto de la pija”. Y lo que actualmente decimos, “tonto de los cojones”.

En fin, después de esta explicación lexicográfica, os voy a contar una historia que me gusta más (y que es la que me contaron). Ma, se non è vero, è ben trovato (que aunque no puede que no sea verdad, está bien hallada).

Resulta que allá por el siglo XVI tenía el rey Felipe III un fiscal que respondía al nombre de Gil Imón de la Mota. Y en aquella época era muy habitual que a los bailes de la alta sociedad se llevara a las hijas casaderas para buscar un marido. Es decir, a las pollas, ya os he comentado lo que dice la RAE, a las muchachas (en algunos sitios, creo por Galicia, todavía a las mozas se les llama “pollitas”). Pues bien, este señor Gil tenía tres hijas (Fabiana, Feliciana e Isabel) que, según cuentan, no eran muy agraciadas además de algo tontuelas. De tanto llevarlas a las fiestas y de tan poco éxito empezó a decirse “¿Ha llegado ya D. Gil?”, a lo que se respondía “Sí, ha llegado con sus pollas”. O “¡Ahí llegan Gil y sus pollas!”.

Así es como en Madrid se empezó a utilizar "Gil y "pollas" cuando querían referirse a alguien que era “cortito de entendederas” o alelado.

A todo esto hay que decir que el tal Don Gil Imón era una persona de cierta importancia pues tiene en Madrid una calle dedicada. Está entre el Paseo Imperial y la Ronda de Segovia, cerca de Puerta de Toledo.


Pues ya está, hasta aquí la historieta de hoy. Curioso post, ¿eh?
Take it easy!
 

2 comentarios:

  1. Interesante el estudio etimológico de la palabra 'gilipollas'. Quizá el insulto (o adejtivo compuesto, como se quiera) 'tonto la polla' sea sinónimo de gilipollas. Aunque me quedo con la anécdota del s.XVI, que me gustan ese tipo de historias

    ResponderEliminar
  2. Creo que tu tía lo leyó en el mismo sitio en el que lo leimos mi padre y yo hace unos meses XD

    ResponderEliminar