Que cosas más curiosas pasan últimamente por mi oficina... Mi ordenador deja de pedir la contraseña de entrada pero el Outlook me pide ahora constantemente la contraseña del email, la configuración de éste ha cambiado respecto a ayer (lo sé porque la "vista" en la que estaba no la utilizo nunca), unos sobres de mi mesa están del revés (y hace semanas que no los toco), el escáner ha desaparecido, el teclado de accesos directos de la centralita está desmontado del resto del teléfono, hay un teclado al que le han salido patas, las dos tapas del váter están levantadas (y el chico de la limpieza no ha venido hoy porque mi papelera sigue llena)...
No sé si me dejo algo...
Eso sí, ESTA VEZ el "susodicho" ha tenido la deferencia de no cambiarme la configuración del ordenador por completo y dejarme sin mi precioso fondo de pantalla. Claro, que luego siempre se puede negar lo evidente y decir "que se ha cambiado solo"...
Déjale una nota (Pasiva-agresiva) en tu escritorio pidiendo que deje todo como estaba cuando termine de toquetear. ;-P
ResponderEliminarOye, la idea de Strawman es buena. Para eso se inventaron los post-it ¿no? Y fantasmas no verás pero en tu entorno laboral hay unos cuantos.
ResponderEliminar¡¡Ni se te ocurra dejar galletitas ricas!! No vaya a ser que a los no-fantasmas les guten...
ResponderEliminarNo hay que preocuparse, ya no va a haber problema por dejar nada...
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